Libia

Cuando llegamos a Ghadami, Libia, como es de saberse, nos sorprendimos por su belleza,

Las temperatura era como de 38º, hacía mucho calor y teníamos mucha hambre por el viaje. Por lo que mi compañera, Chauen y yo, decidimos ir a comer algo y a beber.

Ann, cuando llegó al restaurant pidió: - Un platillo de cordero que le había recomendado Chauen, y una piña colada. Cual fue nuestra sorpresa, el alcohol está prohibido. Pues entonces, Ann pidió una gaseosa. Y comió carne de cordero, Chauen por macarrones y yo opté por un especial que tenía canguro, cocodrilo, emu y camello. Todas buenisimas.

La cultura es muy diferente a la nuestra, En los últimos años ha habido cambios en la vestimenta. Las mujeres de más edad siguen usando el "barracano", una prenda larga y suelta que las cubre de la cabeza a los pies, dejando a la vista sólo un ojo, pero la gente joven se viste con indumentaria europea.

Estuvimos un par de días en Libia, visitando lugares, comiendo, y disfrutando de la bella ciudad de Ghadami, en conclusión:

La cocina Libia, como la toda el África Septentrional, tiene el cuscús como plato principal. Como herencia de la dominación Italiana han quedado en su dieta numerosos platos de pasta, siendo el macarrón la estrella. La carne de cordero es la más tradicional, seguida de la de camello. Casi todas las comidas se acompañan de una sopa picante que suelen contener pasta y cordero.En el interior se pueden probar platos típicamente saharianos como el ftaat hechos con pastelitos de trigo cubiertos de carne y salsa. En la costa se puede comer pescado de primera calidad.En cuanto a la bebida, no hay muchas opciones debido a la prohibición del alcohol, disponen de gaseosas extremadamente dulces. El agua hay que tomarla embotellada.
Nuestro compañero y amiguito Chauen, ya no iba poder acompañarnos a nuestro siguiente destino, debido a que había una celebración en su familia a la que no podía faltar, Ann y yo, teníamos que arreglarnoslas ahora por nuestra cuenta.
Y obviamente, no queríamos irnos, debido a que Ghadami era muy bonito y la comida muy deliciosa, pero como era de saberse, teníamos que partir a nuestro siguiente destino: Egipto. Una vez mas, tomamos el tren y nos dirigimos a El Cairo, Egipto.